Hay una situación peculiar con los nominados al Oscar este año y algo tiene que ver la polémica sobre ‘Emilia Pérez’. Lastimosamente quizás no obtenga la mayoría de los premios por la actual cultura de cancelación y esos inexcusables tuits, y no tanto por la falta de mérito de esta producción.

Entonces sí hay una carrera un tanto inusual. Siempre hay un caballo negro o un premio que rompe todas las quinielas, pero esta vez hay mucha incertidumbre. Casi nunca he disfrutado los recuentos del año de que tanto le atina al Oscar un crítico de cine o que tanto no, pero desde aquí sí puedo comentar lo que me pareció relevante y que no tanto de esta temporada de premios al cine.

Emilia Pérez: Como he dicho antes, no me parece enteramente terrible, pero sí muy mala. Injustificada la cantidad de nominaciones, simplemente inaudito. Sí, fue un esfuerzo extravagante y de propuesta arriesgada pero no me pareció acertada. No abona el hecho de que abandonaron a su suerte a la protagonista después de que salieron a relucir tuits reflejando su verdadera personalidad.

Wicked: Prácticamente siempre evito musicales, pero a veces encuentro alguno que si está tan bien hecho, que te hace vibrar, emocionar y casi cantar. Las actuaciones de Ariana Grande y Cynthia Erivo a final de cuentas son todo lo que se esperaba, y más.

Dune Part Two: Es un blockbuster, sí, pero viendo el tamaño de la producción, todas las decisiones correctas, cinematografía, música, el resultado es espectacular.

Nickel Boys: No es nuevo filmar en primera persona, pero sí el efecto, el motivo y la forma. La historia lleva más allá de este horrible crimen racial en terrenos donde se esperaría todo lo contrario. Pero es precisamente este punto de vista lo que hace genial esta historia, este desenlace y por lo tanto el tratado en global.

The Brutalist: Es simplemente cine. Una historia que merece la pena cada uno de los más de 200 minutos que dura. No hay ninguna escena que parezca fuera de lugar o que se sienta innecesaria. Ni hablar de las tomas que son, bueno, brutales.

A complete unknown: La historia de Bob Dylan es digna de ser contada de por sí, pero es particularmente enfocada en este periodo de tiempo cuando precisamente era un completo desconocido. A final de cuentas estamos hablando de un genio de la música que siempre hizo lo que no se espera de él y el clímax en el festival de folk refleja esto.

Conclave: Increíble fotografía, prácticamente puedes tomar cualquier segundo y tienes una excelente toma. Imperdonable no haber logrado la nominación por cinematografía. Independientemente de esto, la historia es arriesgada y propositiva. Las patadas debajo de la mesa al elegir al nuevo Papa quedan en último plano cuando la historia se convierte en otra cosa aún más arriesgada.

Ainda Estou Aqui: La película es Fernanda Torres. Llevando el peso de una madre de familia que tiene que hacer frente a este desgarrador suceso de parte de los gorilas de la dictadura militar en el Brasil de los 70’s.

Anora: Es una de mis favoritas del año. Siendo esta historia de aspiración a algo mejor de Ani llevada por Mikey Madison quien personifica este personaje magistralmente.

The Substance: Desde que salió la consideré mi favorita. Esta premisa de que incluso alguien que luce como Demi Moore puede tener este tipo de inseguridades me pareció una genialidad. Ni hablar que Margaret Qualley es un acierto que asombra. Coralie Fargeat forjó un guión impresionante además de dirigir esta pieza como eso que solo una mujer podría contar. Y sí, es una exageración, y sí, recae en lo mismo que está criticando, y sí, es incogniscible el ser, pero es maravillosa.

Otras nominaciones

The Apprentice: Sebastian Stan es excelente como un novato Donald Trump apoyado por un Roy Cohn interpretado magistralmente por Jeremy Strong

A different man: Sebastian Stan da una cátedra de como interpretar un personaje tan complejo como alguien que busca cambiar su apariencia física. Pero se vuelve más complejo cuando Adam Pearson sufre realmente de esa apariencia pero sabe como vivirla. La única nominación por maquillaje es merecida, pero faltaron al menos un par más.

Flow: Es una película completa. Aún sin ningún diálogo, aún con una animación que podría decirse básica, todo recae tal cual en la historia que realmente se está contando y como lo hace. De las mejores de este año

The Seed of the Sacred Fig: Nada como ver un reflejo de la sociedad en precisamente la base de esta, una familia. Que se trate de Irán y estos últimos movimientos exigiendo el cambio la vuelve aún más interesante.

The Girl with the Needle: Dinamarca nos ofrece esta representación de una historia real que no esperaba fuera tan impactante. Una joya.

A real pain: Jesse Eisenberg escribe y dirige este relato de un viaje de un par de primos, tan distintos pero fraternales. Kieran Culkin es estupendo como el más desenfadado y aunque pareciera ser irresponsable es simplemente más animado a vivir. Mucho aprenden uno del otro en este viaje a Polonia a reencontrarse con los sucesos que marcaron a su abuela.

Nosferatu: Es una gran película de una historia que ya se ha visto antes pero contada con la visión de Robert Eggers que ya nos tiene acostumbrados a ser más oscuro y podría ser, más blasfemo.

Better Man: La biopic de Robbie Williams, llevando su música a visualizar distintos pasajes de su vida y como llegó a donde está.

Las ignoradas

The Last Showgirl: Pamela Anderson y Jamie Lee Curtis tuvieron un excelente papel como mujeres, digamos, mayores, que vieron sus mejores años décadas atrás. Quizás el guion estuvo un poco flojo pero en conjunto fue una película reflejando estos tiempos de cambio en Las Vegas, en la nostalgia que ahora deshecha lo viejo y construye encima de sus ruinas lo más moderno y actual.

Civil War: En un Estados Unido sumergido en una guerra civil, se nos muestra el gran esfuerzo que un grupo de periodistas para llegar al presidente antes de ser eliminado. Independientemente de la acción y las bajezas humanas que una guerra desata, es un himno a la labor de informar. Especialmente mediante la fotografía.

Ghostlight: A veces surgen películas como esta donde simplemente son una carta de amor al arte de hacer teatro.

Love Lies Bleeding: Una historia de amor, fantástica y estupenda.

Challengers: Música fenomenal de Atticus Rose y Trent Reznor que pasó desapercibida en las nominaciones. La música realmente enaltece esta historia de rivalidades deportivas y amorosas.

Maria: Es genial Angelina Jolie, pero también lo es la increíble cinematografía.

The Outrun: Saorsie Ronan crea este personaje de una persona tratando de recuperarse de sus adicciones, en este paraje alejado y tan cerca de todo.

Le Comte de Monte-Cristo: Esta super producción francesa debió haber sido su apuesta al Oscar, pero ya sabemos que pasó. Es fenomenal esta re-introducción a la historia de venganza de Alexandre Dumas

Lee: Kate Winslet en el papel de la fotógrafa de guerra Lee Miller quien llevó a las casas los horrores donde combatían sus hijos. Quizás pareciera frívola, desactualizada pero para mí fascinante

Como resumen, fue un gran año para quienes disfrutamos del cine. Historias distintas, arriesgadas y bien hechas. Aunque suene pretencioso, pero son películas hechas para esta forma de arte, en lenguaje cinematográfico, que se ven, se viven, se gozan. Mejor para verlas en la sala de cine a oscuras y con el teléfono apagado, pero de no ser así también se vale disfrutarlas en casa. Y por ello los enlaces son a JustWatch, donde también puedes acceder a recursos como calificación en Rotten Tomatoes o más datos de IMDB.

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